miércoles, 2 de enero de 2008

La Privacidad y Yo


A menudo, me encuentro con términos como, recinto privado, propiedad privada, inversión privada, y privacidad. Ante éste último, quisiera detenerme un poco y tratar de dimensionar, cual es mi privacidad, junto a sus límites y parámetros.

En una oportunidad, escuché una definición de privacidad, que según creo, es muy acertada “la privacidad propia, llega hasta donde comienza la privacidad del otro”. Tras un brevísimo análisis, me doy cuenta que esta palabra, que en primera instancia, parece inviolable, no lo es tanto.

Dada mi cercanía, con las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información, la primera forma de invasión a mi privacidad que noto, es la manipulación de mis datos, a través de la red. Sé que en la red, las bases de datos valen mucho dinero, pero, ¿porqué hay empresas que lucran, con lo que a mi punto de vista, sólo debo saber yo y una institución más?. Éste es el caso de Dicóm… Sí, lo asumo, he manchado mis papeles, por culpa de mi consumismo desmedido y casi enfermizo (no, mentira jje) he caído en el famoso “boletín comercial”. Ahora, la persona que quiera, a la hora que quiera, y desde el lugar que quiera, puede revisar, cómo me llamo, dónde vivo, mi estado civil, y por si esto fuera poco pueden saber cuanto y a quién le debo… ¿Privacidad? Las pelotas!!!.... Pero, aquí hay una salvedad, pues yo sabía desde un principio a lo que me exponía, nadie me obligó a venderle mi alma a Falladeuda, por lo que, todo lo que grite y patalee, es a mis ojos invalido.

Otra forma de invasión a mi privacidad, que también está en formato electrónico, es el bendito Spam. Creo que por el momento, no detallaré su funcionamiento, pero les pido a los poquitos lectores de este blog, que por favor, no incluyan mi dirección de correo, en las famosas cadenas (a menos que sean chistosas jje). No me interesa si quieren cerrar MSN, o si pido un deseo y lo reenvío a 20 personas se me cumplirá, o si una víctima de Chernobil recibirá 0.5 dólares por cada correo que envíe…De verdad se los pido, NO ME INCLUYAN EN CADENAS.

En el ámbito familiar, no corro mejor suerte. En mi basta familia, todos, pero todos sus integrantes, están expuestos a que su privacidad sea invadida, y a que su intimidad, sea ventilada, e hiperventilada. Por A o por B, toda mi familia se entera, si dije algo en contra de Dios, si no llego a la casa, si me gustan las mujeres mayores, si me acuesto tarde por quedarme chateando, si debo plata, si voy o vuelvo con la chica, si no me gusta limpiar el baño, si me cambio de carrera, si no me corto las uñas de los pies. En fin, desde cosas trascendentales, hasta otras insignificantes, de todo se enteran (o casi todo jje). Esto también tiene una salvedad. Quizás no me acomoda del todo, el que toda la familia invada mi privacidad, estoy dispuesto a aceptarlo. ¿El porqué? Bueno, por que me encanta invadir la privacidad de ellos… Copuchento al máximo jje.

Colgado a lo anterior, quisiera referirme, a mi núcleo familiar más cercano. No tengo cosas que esconder, pero me molesta, y siempre me ha molestado, que se metan en mis cosas personales. Sé, que si en estos momentos, lee esto mi mamá, mi papá, mi hermana, y en su momento la chica, dirían, “no, yo nunca haría algo así”. Pero pasa, ha pasado, y espero no siga pasando. No tengo porqué fijarme si cerré MSN, no tengo porqué decirle al cartero, que si llega correspondencia a mi nombre, me la entregue personalmente, no tengo porqué bloquear mi celular para que no me lean los mensajes, no tengo porqué cambiar mi clave del correo todos los días, no tengo porqué poner llave a mis cosas. ¿Por qué he de hacerlo, si yo no le reviso las cosas a nadie? Encuentro que es de muy mala costumbre husmear en cosas ajenas. Si quiero saber algo, lo pregunto. Soy un convencido, de que el que busca, encuentra… No quiero encontrarle nada a nadie.

Ahora bien, existen momentos, en los que necesito contar de forma imperiosa, mis cosas privadas. Para eso cuento, con la omnipresencia de mi abuelo (él sí que sabe todo), también contaba con mi perro, el Negrito (pobrecito, lo atropellaron mientras tomaba sol afuerita de la casa), cuento con Abel, con Carolina con Christopher, con Jaime (aunque se le cae el casette), cuento con Monserrat, con Pamela, hasta con el Nicotino, con Jah, Jehová, Alá, Buda, con un lápiz y un papel, con mi mente, y con este poco visitado blog.

2 comentarios:

Unknown dijo...

HOLA HIJO, DEMÁS ESTA DECIR QUE
SOY TU MADRE,TAMBIÉN QUE SE QUE LOS PALOS VAN DIRECTO PARA MI, PERO SE QUE A LA LARGA ENTENDERÁS QUE LO QUE HICE FUE PENSANDO ÚNICAMENTE EN TI,NUNCA ANTES LO HABÍA ECHO Y ESPERO NO TENER QUE VOLVER HACERLO SIEMPRE Y CUANDO DE VERDAD VEA QUE NO SIGUES DEJÁNDOTE EMBAUCAR POR LA VIEJA,DE TODAS MANERAS ME MANTENDRÉ ALERTA POR QUE TAN FÁCILMENTE NO ME LO METES EN EL OJO!!!! JA JA JA.....
DE TODAS FORMAS CREO QUE NO TIENES MORAL PARA HABLAR DE PRIVACIDAD, YA QUE EN COSAS TAN BÁSICAS COMO QUE TE ECHES TODO EL TIEMPO EN MI CAMA A VER TELE Y COMER Y DEJAS TODO LLENO DE MIGAS Y LA CAMA DESORDENADA,MAS OTRAS COSAS QUE NO VIENEN AL CASO.
BUENO EL GUATON ME ESPERA Y NO ME PUEDO CONCENTRAR, QUIZÁ TENGO MUCHO MAS QUE APORTAR PERO EN ESTE MOMENTO LA SABIOLA NO ME FUNCIONA.
SIN MAS QUE DECIR QUE TE AMO TE AMO Y TE AMO YO, TU MADRE.

Abel O'Rian dijo...

Hola Moya. Menos mal que no puse el comentario ayer o me habrian llegado un par de chuchadas jajaja.

Me da flojera hacer lo del papel y ordenar lo que quiero poner, pero tu sabi mas menos lo que podría poner respecto a la privacidad.

Bueno nos vemos en Serena o en Illapel primero, no sé.

Abel O'Rian.


PD : lindo tu blog, agregame a ff !. xD